Un sensor en un sistema domótico es un dispositivo electrónico que detecta cambios en su entorno y los convierte en señales eléctricas que pueden ser procesadas por un sistema de control. Estos sensores recolectan información sobre diversos parámetros físicos como temperatura, humedad, luminosidad, movimiento, presencia, entre otros. Esta información es crucial para automatizar tareas y crear ambientes más cómodos y seguros.