La cartelería digital, también conocida como señalización digital, es una forma de comunicación visual que utiliza pantallas digitales para mostrar contenido dinámico y atractivo. A diferencia de los carteles estáticos, la cartelería digital permite actualizar la información en tiempo real, lo que la convierte en una herramienta de marketing y comunicación muy versátil. lo que la convierte en una herramienta de marketing y comunicación muy versátil.

Comunicación efectiva: Transmite mensajes claros y concisos de forma visualmente impactante.

Atracción de clientes: Capta la atención de los clientes y los invita a interactuar con la marca.

Información actualizada: Permite mostrar información en tiempo real, como promociones, horarios o eventos.

Personalización de mensajes: Adapta los contenidos a diferentes públicos y segmentos de mercado.

Mejora de la imagen de marca: Transmite una imagen moderna y dinámica de la empresa.

Existen diferentes tipos de cartelería digital, que se adaptan a distintos entornos y necesidades:

Pantallas interiores: Se utilizan en tiendas, centros comerciales, oficinas, etc. para mostrar publicidad, información y señalización.

Pantallas exteriores: Resistentes a las inclemencias del tiempo, ideales para fachadas, paradas de autobús o eventos al aire libre.

Videowalls: Grandes pantallas formadas por múltiples paneles, perfectas para impactantes presentaciones visuales.

Pantallas interactivas: Permiten a los usuarios interactuar con el contenido, como kioscos informativos o juegos.

La cartelería digital ofrece mayor flexibilidad, personalización y capacidad de actualización, además de un impacto visual mucho mayor.

La cartelería digital se puede utilizar en una amplia variedad de entornos, desde tiendas y restaurantes hasta aeropuertos y estaciones de tren.

Se pueden mostrar imágenes, videos, animaciones, texto, presentaciones, etc. Las posibilidades son prácticamente ilimitadas.

El contenido se gestiona a través de un software específico que permite programar la reproducción de los contenidos y controlar las pantallas de forma remota.

Necesitarás pantallas, un reproductor multimedia, software de gestión de contenidos y una conexión a internet.